TE INVITO A LEER NUESTROS CUENTOS
LOS PICHONCITOS EN PELIGRO
-Un
día un lobo hambriento miró a un alto
árbol y justo ese árbol era de la mamá pájara, el lobo de estar tan hambriento
movió el árbol, la mamá pájara había salido a buscar comida, el lobo de tanto
mover el árbol cayó el nido con los pichoncitos, la mamá pájara miró a su nido
y vio a sus pichoncitos cayendo.
La
mamá pájara voló rápidamente, los rescató justo a tiempo, le dio tantos
picotazos al lobo y el lobo no pudo aguantar el dolor y se fue corriendo con el
rabo entre las piernas.
-La
mamá pájara muy molesta y también
asustada abrazó a sus pichoncitos con mucha alegría después de esto el lobo
nunca más volvió a molestar a esa familia de pichoncitos.
AUTORES:
Dayana
Mía
Maricelly
LA PAJARITA
Y SUS PAJARITOS
Era una vez, Luciana
una pajarita que vivía en un árbol
lleno de flores, ponía huevos en el nido de palitos que había hecho en el alto de una rama.
Un día Luciana se fue a buscar comida para sus
pajaritos que ya nacieron.
Cunado
Luciana estaba regresando no los encontró,
ella se preocupó mucho y se puso a buscar, no encontró rastros de ello.
El zorro los había llevado porque tenía
hambre y no tenía que comer.
La
pajarita Luciana vio desde lejos al feroz zorro que se llevaba a sus hijuelos ella fue
volando a rescatarlos
y le engañó al zorro que le traería comida para que no se comieran a sus crías.
Ella y
sus pajaritos escaparon y no volvieron a ver al zorro nunca más, entonces ella y sus hijitos vivieron felices
AUTORES
KIARA
ANDREA
EVA
ANAIS
El águila que cumplió su sueño
Hace mucho tiempo en un bosque lejano existe un águila que no podía tener hijos porque es la única de su especie.
-
Un día vio volar a otra águila y el águila que estaba
volando le dijo:
-
¿por qué lloras? Y el águila le respondió porque no puedo tener
hijos y eso por qué le dijo, porque era una pichoncita tratando de volar me
lastimé todo mi cuerpo.
-
Un día el águila se sorprendió porque en su nido había cuatro
huevos y los cuidó con mucho amor.
-
Al final las águilas se casaron y cuidaron a los pichoncitos y
vivieron felices por siempre.
-
AUTOR
Jacqueline
Jair
UNA PALOMA TORPE
-Una tarde una
paloma que se llamaba María, tenía cuatro huevos y en la noche reventaron y
entre los cuatros habían nacido tres machos y una hembra y doña María los llamó,
José, Pedro y Kevin y la hembra la llamó Estrella.
-Paso un año y doña María se dio cuenta que su hija era torpe porque
cuando caminaba se tropezaba. Un día doña María le enseñó a sus hijos a volar y
Estrella cuando volaba se chocaba con los árboles.
-Una mañana Estrella vio a unas palomas que estaban jugando Estrella Salió
a jugar y cuando iba a aterrizar se chocó con una paloma que era muy mala y
Estrella dijo: perdón no quise chocar contigo, y la paloma mala dijo: ¿Cómo te
llamas? Estrella, respondió.
-La paloma mala dijo: Ah conque te llamas Estrella
eres una paloma torpe. Estrella se sintió muy triste.
-Estrella le contó a su mamá que le llamaron
torpe y su mamá fue hablar con la paloma mala y le dijo: por qué le llamaste
torpe a mi hija te gustaría que te pongan apodos y la paloma mala pensó y le dijo:
¡No! Entonces es momento de pedir
disculpas por haber ofendido y desde ese
día la paloma mala aprendió a no poner apodos a los demás.
AUTORAS:
Carla
Priscila
Giuliana
Tania
Lola y Lucas
Cierto día Lola, una
paloma vivía en una montaña lejana, Lola
estaba feliz porque tenía un lindo arbolito de hojas
verdes, con flores moradas y rosadas.
Lola estaba muy feliz porque ya era
adolescente; aparte construyó un lindo nido. Cada día ponía un huevito hasta que puso cuatro.
Un día vino desde lejos un gavilán de lo alto, observó los cuatro huevitos brillando,
voló y voló. Tan solo logró comer uno porque la mamá venía desde lejos a picotearle, logró salvar a sus huevitos.
EL gavilán arrepentido nunca volvió a comer los
huevecitos de la paloma Lola.
Autores
Anner
David
Anyela
El niño y sus dos hermanos
Había una vez un niño que se
llamaba Juan, de pelo lacio, ojos azules, estatura mediana, piel blanca de nariz chica y su mamá se llamaba María.
Un día su mamá dejó a Juan que cuide sus herma manitos ya que
su papá trabajaba muy temprano y llegaba muy tarde pues cuando su mamá se fue
de la casa nació uno de sus hermanitos que fue motivo de mucha alegría y vivieron felices para siempre.
Anthony Humberto
Jhorvik
Miguel
Pariz
El zorro y la paloma
Un día una paloma estaba
volando y escuchó un ruido, se fue a descubrir que era, estaba un pájaro en un árbol,
ellos se enamoraron y tuvieron cuatro huevitos.
Cuando estaban volando vieron
un zorro que estaba muy hambriento, el zorro quería comerlos, ellos volaron
hasta llegar a su nido.
Cuando estaban en su nido
vieron que algo se movía y descubrieron que estaban reventando, se alegraron.
Al amanecer fueron por comida
alimentarlos, el zorro estaba dando vueltas por el árbol al ver que se escondió
detrás de un arbusto.
Venían los dos contentos,
cuando estaban en el árbol, el zorro dio
un salto y se comió al pájaro, la paloma estaba desesperada.
Y vino un cazador y le disparó al zorro en la pata y se fue para
siempre.
Autores
Maricelly
Sadeily
Sindi
Luis
La lora y los cazadores
Había una vez una lora que
paseaba por un bosque, estaba cansada y se fue a traer agua.
Unos cazadores que paseaban
por ahí, lo llevaron a un zoológico.
Pasaron los días y comenzó a
tener huevitos; el cazador miró a la lora y se dio cuenta que tenía huevitos, quería coger y abrió la jaba y la
lora reaccionó y voló con su nido al bosque.
Hizo nuevos amigos e hicieron una casa en el árbol, la lora
estaba contenta pasaron los días y crecieron los loritos.
La lora fue a traer comida
para sus loritos y vio a los cazadores y se escondió a otra parte con sus
loritos, a una parte que no los molestaran.
Autor:
Aron, Carlos,
Jimmy y Esdidán
EL
ÁGUILA Y LA SERPIENTE
En un
pueblo lejano vivía Laica, una
águila que todas las mañana ponía un huevo.
Pasó una semana y se dio cuenta que ya no ponía más, al día siguiente en la mañana cuando salía a traer comida para cuando nazcan
los pichoncitos bueno y sucede que cuando regresaba de traer la comida vio una serpiente que se
dirigía a su nido; entonces Ella arrojó la comida
y voló rápidamente a su árbol.
Llegó tarde cuando
vio que no había huevos en el nido y ella se puso
muy enojada hasta
que persiguió a la serpiente, dándole su
merecido.
La serpiente
aprendió su lección y nuca más
volvió a molestarle.
AUTORAS
DIANA
FATIMA